martes, mayo 08, 2012



Para comenzar deseo realizar una aclaración con respecto a lo que la biología considera “evolución”. La mayoría de las personas consideran la evolución como un proceso de aumento de complejidad permanente y de crecimiento, es más, hasta se han atrevido a llevar este concepto al orden espiritual. No es así, en la biología evolución implica adaptación al medio, cuando un organismo se adapta a un medio y le basta para continuar su especie, no cambia más, hasta que un cambio en el medio lo obligue a adaptarse. A este proceso se le llama evolución, pero existe el proceso inverso el de involución, cuando un organismo se degrada debido a que muchas de las aptitudes que posee dejan de ser necesarias. Es más, en algunas especies se dan ambos procesos al mismo tiempo, evolucionan algunos rasgos e involucionan otros.

Hasta aquí todo bien, pero la teoría de la Selección Natural dice que los cambios se producen al azar y que aquellas mutaciones que reporten alguna ventaja adaptativa se fijan a través de la selección. Si así fuera, si dependiéramos del azar no existiríamos porque el tiempo del Universo no habría bastado para formarnos. Es más, la mayoría de las mutaciones debidas al azar son negativas porque dependen de la entropía, por lo que son perjudiciales y se pierden. Dos cosas hemos visto en los últimos tiempos, la primera es que cuando es necesario la adaptación rápida por un cambio brusco del medio, los organismos evolucionan en unas pocas generaciones, cosa imposible si se dependiera del azar. La segunda es que los cambios que se producen en la especie abarcan múltiples sistemas y requieren de grandes transformaciones a todos los niveles del organismo. No es que en un gen pasó algo al azar, en infinidad de genes y sistemas se producen un conjunto INTENCIONAL de cambios destinados a resolver una cierta PRESIÓN AMBIENTAL.

Ya he dado algunas ideas que ayudan a entender qué le ocurre a un organismo para generar un cambio adaptativo. Para entender mejor podemos considerar a un organismo como un sistema homeostático. Esto quiere decir que es un sistema que tiende a mantenerse constante en el tiempo y cuando algo lo desequilibra tiende a restablecer el equilibrio. Un claro ejemplo es la temperatura corporal que ronda los 37º. Si el medio aumenta la temperatura o la disminuye nuestro organismo se encarga de compensar los cambios de temperatura de manera de mantenerse siempre en 37º.

Un sistema posee ciertas propiedades, la principal es la de mantenerse constante en el tiempo y la de poseer información acerca de sí, información que podría reproducir el sistema. Las formas de vida son sistemas autoreplicantes. Quiere decir que al replicarse el sistema le transmite al sistema naciente la información necesaria para una replicación similar.

Pero lo interesante es cómo un sistema se mantiene constante. Cuando una presión ambiental se ejerce sobre el sistema, éste responde como un todo para mantenerse constante, cada subsistema actuará coordinadamente con todos los demás para compensar la presión y mantener las constantes del sistema sin variar. La información correspondiente a esta adaptación queda inscrita en el sistema y al replicarse la transmite al nuevo sistema, se produce así un aprendizaje que se transmite de generación a generación a través de un proceso que se llama epigenética.

Pero a veces las presiones ambientales son tan brutales que el sistema para no sucumbir debe modificarse estructuralmente como un todo para hacerle frente a esas presiones. Y la respuesta del sistema no depende del azar, el sistema se defiende de una presión concreta y debe hacerlo como un todo. Una mutación al azar ocurre en un gen, puede que ocurran muchas mutaciones en muchos genes, pero jamás esas mutaciones al azar podrían resolver una presión ambiental concreta. Una presión ambiental intensa provoca una respuesta total del sistema, miles de genes deben modificarse  en forma coordinada. Esto el azar jamás podría lograrlo.

La selección natural cumple otra función y es la de refinar las modificaciones y mantenerlas. De esta manera luego de un salto evolutivo en una especie la selección se encargará de fijar los cambios, pero nada más.

Agregado del 29/03/13: Un organismo no actúa según las leyes del azar al enfrentar un problema, emplea su creatividad para hacerlo. La respuesta orgánica ante los problemas de supervivencia señalan una inteligencia orgánica que pretende resolverlo. Esta misma inteligencia es la que se encuentra tras lo que se llama evolución, no el azar. Porque generalmente las mutaciones debidas al azar son equivocaciones que conducen al mal funcionamiento y se descartan. Que 40 genes se modifiquen coordinadamente para resolver un problema adaptativo es inconcebible desde el punto de vista del azar, pero que además, esa misma respuesta adaptativa se dé en muchos miembros de la especie sería inconcebible.

Sintetizando: SI UNA RESPUESTA ADAPTATIVA SE ADAPTA PERFECTAMENTE A UNA PRESIÓN AMBIENTAL, ESO QUIERE DECIR QUE NO PUEDE DEBERSE AL AZAR. 



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