jueves, septiembre 06, 2012



Un tema me preocupa, como creo que a muchos, el tema es el de cómo arreglar este mundo que anda tan mal. No porque yo pueda arreglarlo, sino que porque necesito visualizar alguna solución posible, algún camino viable. Es relativamente fácil cambiar una estructura de relacionamiento en un grupo cuando el número de integrantes es pequeño, basta con llegar a algún acuerdo entre todos. Pero la cosa cambia cuando el número de integrantes crece. Una comuna integrada con 20000 habitantes puede cambiar algo que está mal, pero cuando el número de habitantes crece a 40 millones y donde muchos ni se conocen ni pueden interactuar, todo se dificulta. Mucho se habla del capitalismo y de sus males, la opción propuesta por el marxismo-leninismo del cambio de estructuras por la revolución armada y la destrucción de las estructuras capitalistas de producción, además de mostrarse equivocada es inviable. Es posible cambiar por la fuerza estructuras sociales cuando involucra a pocas personas, no cuando involucra a 6000 millones.

Quiero destacar un error de enfoque cuando se considera este problema, en general se enfoca el problema de dos maneras, la primera es la de un cambio gradual de las estructuras, la segunda es la de un cambio radical mediante algún tipo de acción revolucionaria. La primera parece que va fallando debido a que los gobiernos se van volviendo más controladores impidiendo que los ciudadanos encuentren alguna forma de organización para proponer cambios y enfrentar los abusos de los lobbies de poder. Quienes hoy tienen el poder se están asegurando de que nadie pueda organizarse en su contra, la pesadilla que Orwell relató en 1984 se va cumpliendo.

El segundo enfoque propuesto por el marxismo-leninismo, tampoco ha sido viable, la historia lo ha demostrado. Por dos motivos es inviable, el primero es evidente: no hay forma de enfrentar al poder político y económico actual que posee armas que ni conocemos, además de controlar todas nuestras comunicaciones. Es impensable derrocar a estos poderes. El segundo que pasa por la concentración de poder en lo que llaman la Dictadura del Proletariado, tampoco es viable, porque una vez que el poder se concentra en unas pocas manos, luego no querrán abandonarlo, fue lo que ocurrió en la vieja Unión Soviética. Estamos mal por la concentración de poder, no podemos enfrentar a la concentración de poder con otra concentración de poder que se le oponga. Entonces, ¿qué hacer?

Mientras sólo se enfoque el problema desde la perspectiva de cambiar de alguna manera las actuales relaciones de poder, no se encontrará una salida, no es posible cambiar el Orden Mundial. Orden Mundial que se creó a partir de un falso paradigma: la globalización es necesaria para que las economías particulares de los distintos países puedan crecer. Sólo a partir de un intercambio creciente entre países es posible mantener y hacer crecer la calidad de vida de las personas. Bueno, esto se dice, curiosamente la historia parece que desmiente esto, ya que sólo vemos guerras y más guerras, aumento de pobreza, crisis económicas mundiales, desempleo creciente, aumento de la distancia entre ricos y pobres, etc. Lo único que logra la globalización es someter a los países más pobres a las economías más ricas. Si se le hace creer a un pueblo que la forma de crecer es vender más al exterior para así poder comprar más y poseer mejores estándares de vida, se lo hace ingresar en una red global que terminará controlándolo si es un país chico. La globalización económica sólo beneficia a los países más ricos y somete a los más pobres.

Bueno, con esta perspectiva que he planteado parece difícil encontrar una solución debido a que intuitivamente tendemos a tratar de cambiar esto que está mal. Pero nada se nos ocurre debido a que no poseemos los medios para enfrentar a los poderosos ¿qué hacer entonces?

No tratar de cambiar lo que ya no podemos cambiar, sino crear pequeñas comunidades autosostenibles. Hacerles ver a las personas que el paradigma del intercambio comercial como única fuente de bienestar es una mentira total que sólo beneficia a los más poderosos. Que es posible salirse de ese sistema y crear comunidades autosostenibles cerradas. Comunidades formadas por un número pequeño de personas que puedan producir lo que necesitan y vivir de ello sin necesidad del intercambio. Claro, posiblemente queden privados del último Ipod y de muchos chiches tecnológicos, pero puede que descubran que pueden vivir sin esos chiches. Mucho se ha sacrificado para poder tener el último chiche tecnológico, es más, se ha sacrificado tanto que cada día que pasa son menos los que pueden acceder a ellos. Si estas comunidades autosostenibles pueden prosperar y propagarse la idea de manera que surjan en muchos lugares del mundo, entonces sobre nuevas bases pueden relacionarse y llegar a acuerdos de intercambio, pero sin perder jamás la autonomía ni poner en riesgo el medio ambiente.

No es posible enfrentar directamente al actual orden mundial, sólo es posible crear al lado otros sistemas de relacionamiento independientes que no necesiten de éste. Si la experiencia funciona se extenderá y abarcará a mayor número de personas y el orden actual irá debilitándose sin necesidad de un esfuerzo directo para cambiarlo.

Hay que cambiar una idea: que la globalización en materia económica es necesaria para la prosperidad. Especialmente porque es la causante de las crisis económicas actuales que nos llevan a la pérdida de prosperidad, desempleo, etc. Lo primero que una comunidad debe asegurar es su independencia, la autosustentabilidad. Romper con toda dependencia económica es el único camino posible para la supervivencia y crecimiento real en materia de prosperidad.

Mientras esto no se vea con claridad la profecía narrada en 1984 por Orwell se cumplirá cada día más.

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